“..cada movimiento se apoya en el precedente, parte de él, y a la vez genera el siguiente..”
Este concepto, atribuído a Jascha Heifetz, pero compartido por muchos otros, no sólo músicos, nos llevaría a no estudiar los movimientos exclusivamente por separado. Como por ejemplo la articulación muy lenta y concentrada de los dedos de la mano izquierda, el arco sumamente lento etc. Se trataría de estudiar sobre trozos, frases, más adelante estudios, tratando de armonizar e INTERDEPENDER todos los movimientos que se vean involucrados en un pasaje, sean sencillos o complicados, conectándolos. Y armonizándolos simultáneamente, con todo el cuerpo. Evitar toda interrupción, toda fractura toda debilidad o desconexión en ese proceso.
Es muy difícil establecer si esta idea debería encararse como algo que corresponda al cuerpo o a la mente. De allí el mencionar algunas miradas “orientales” que a los depositarios de la cultura occidental nos han sido ajenas mucho tiempo, llámense Tai Chi (meditación en movimiento) u otras artes.